Mis posteos
Vivir al ritmo.
Conoce mi estilo de vida. Una forma de vivir que me ha llevado a amarme más y a entender el amor más profundamente. A vivir el día a día de manera más pausada y consciente. Un estilo de vida que me permite ser más feliz y disfrutar más de cosas realmente significativas.
Por Jeane. Delochoseis.com
5-6 minutos de lectura.
La vida solo va, pero muchas veces hay la sensación de que debemos apresurarnos por vivirla, cargando cada vez con más cosas, a veces hasta más de las que podemos, estirando todo nuestro esfuerzo hasta que llega un momento en que alcanza nuestro límite y el cuerpo pide parar.
Es donde entra en juego lo que me gustó llamarle vivir al ritmo una práctica basada en fundamentos de la psicología e influenciada por bonitas filosofias de vida, como la danesa hygge, la vida lenta, el ikigai y el mindfulness recolectando hábitos y algunos aspectos para darle más significado a esta vida hermosa. Recordando que la felicidad, no es un fin que logramos, sino que es el camino que vamos construyendo.
No solo el estudio de estos temas me llevaron a aprender de ellos. Sino también a aplicarlos después de vivir mis propias experiencias que me llevaron a despertar mi conciencia. Poco a poco estos hábitos se fueron sumando a mi modo de vivir, en los últimos años me han acompañado como un estilo de vida.
Pues aquí quiero presentarles algunos que me llevan a vivir al ritmo:
Vivir al ritmo, es lo que llaman fluir, es entrar en la pista del baile de la vida y dejarte llevar por la música sin juzgar las melodías sino aprender a agarrarles el paso.
Que incluye mi vida al ritmo
La música.
La música a nivel emocional y psicológico puede ser esa pieza que nos falta para llorar, para reír o para buscar fuerzas donde pensamos que ya no las encontramos.
Hacer una pausa entre nuestras tareas de rutina para escuchar música ofrece equilibrio a nuestro estado de ánimo, nos aporta felicidad y bienestar. Es una forma para expresar lo que nos está ocurriendo y regular nuestras emociones.
Escuchar música tiene un montón de beneficios más para nuestra salud en general.
Cuando escuchamos música, nuestra vida se llena de energía.
Hago una pausa. Elijo al menos una canción que me guste mucho, la vivo y siento.
Disfruto de mis momentos de silencio y de soledad.
En una vida tranquila, el silencio es apreciado. Sumergirnos en el silencio con nosotros mismos es un camino para volver a encontrarnos con lo esencial. Una mente y un corazón en paz son el único camino para alcanzar el equilibrio y con él, el bienestar.
A la mayoría nos asusta la soledad, por eso hay que empezar por saber la diferencia entre una soledad que nos hace sufrir y la que aprendemos a domesticar y ponerla a nuestro favor. Te recomiendo leer mi posteo domesticando la soledad.
Dentro de cada uno de nosotros hay rincones valiosos que necesitan renovarse de vez en cuando para seguir sintiéndonos vivos. Por extraño que nos parezca, algo así solo es posible mediante esos momentos de soledad.
Hacer una pausa y disfrutar al aire libre.
Disfrutar y contemplar momentos al aire libre aporta al cerebro un descanso de la sobreestimulación a la que está sometido todos los días, de esta forma podemos reparar nuestros niveles de atención. Además, mejora los niveles de depresión y el estrés.
Podemos elegir hacerlo con más presencia: apaga el teléfono un momento. Siéntate y ve notando cómo sientes el aire ¿frío, caliente? Prestar atención a los olores que percibimos. Escuchar todos los sonidos que llamen nuestra atención. Observar todo lo que nos rodea y pensar cómo es y cómo se siente.
Disfrutar de las pequeñas cosas. Disfrutar de momentos Hygge.
Hygge es más bien una actitud o un estilo de vida, es buscar el lugar más acogedor de la casa, pasar tiempo con los nuestros y dejar de lado las obligaciones. Esa es la “clave” para que Dinamarca sea considerado como el mejor país para vivir.
Durante los meses de mucho frío los daneses pasan casi todo el día en sus casas (sólo hay 4 horas de luz diaria) y por esto le dan tanta importancia a la decoración, a la comodidad y a la calidez del hogar.
Prestan mucha atención a las actividades que se desarrollan en el interior del hogar y a esos momentos acogedores o cozy moments: leer, ver una película, momentos para hablar, cocinar, jugar, aprender… y sobre todo compartir en familia.
Si bien los hogares son la estación central del Hygge, es posible disfrutar del Hygge fuera de casa. Lugares cerca de la naturaleza son los más especiales para vivirlo, pero no se limitan solo a esos lugares. Cualquier lugar y momento puede ser Hyggelig pero algunas claves los caracterizan como: la despreocupación, buena compañía y disfrutar del presente.
Hygge se trata de ser buenos con nosotros mismos, de no negarnos “los gustos”, de no castigarnos, de buscar esos momentos de felicidad que están en las cosas más pequeñas: una taza de chocolate, un capítulo de tu serie favorita, un libro que te guste, un poco de música o el calor de un abrazo.
El hygge da prioridad a sentirnos bien y cómodos para ser feliz, y en los lugares íntimos encontrar la felicidad asegurada.
Usar la tecnología para facilitar la vida.
Vivir al ritmo, no se opone al uso de la tecnología, al contrario, promueve su uso siempre que nos ayude a llevar una vida más plena y más feliz. La clave es que utilicemos la tecnología como medios y herramientas a nuestro favor.
Encontrar tu propósito de vida. Tu ikigai. Y dar sentido a tu vida.
No necesariamente es la profesión, muchos al indagar dentro de su interior se dan cuenta que su profesión no es su ikigai. El ikigai es un termino jápones que significa "razón de vivir" es el punto común entre aquello en lo que eres bueno, aquello que disfrutas hacer y eso que puedes aportar valor al mundo. El propósito de vida es la intención, ese sentido que una persona le da a su propia existencia. Un compromiso con la vida donde encuentra que es útil y valiosa. Es una misión que proporciona ganas y coraje para levantarnos cada mañana y enfrentar el día.
Posteo relacionado La clave del propósito: ser tú.
Ámate y conócete para encontrar tu propósito.
Para ser feliz primero debemos saber qué necesitamos, qué nos define, y entender realmente nuestro mundo interno y el mundo que nos rodea. Para aprender a amar bien tenemos que conocer si realmente nos estamos amando bien a nosotros. Para saber si la vida que tenemos es de verdad como queremos tenemos que conocernos (honestamente) para saber si hay que cambiar algo. Para no ir vagando por el día a día sin rumbo y terminar con el corazón vacío, solo aspirando comernos el mundo, pero sin empezar por primero darnos cuenta lo qué somos y lo que tenemos al frente.
El autoconocimiento, que no es más que conocernos a nosotros mismos, es la clave para ser más felices, para regular nuestras experiencias internas y con humildad empezar a ver cómo somos y lo que necesitamos. El autoconocimiento nos ofrece amor propio y ser mas inteligentes emocionalmente. Además nos ayuda a dar con ese propósito de nuestra vida.
Valorar el momento presente.
Una vida llevada al ritmo no es sinónimo de falta de actividad, no está relacionado al ocio o a la pereza. Tampoco se refiere a hacer lo mismo que hacemos normalmente pero más despacio. Tiene más que ver con tomar conciencia del ahora, con darnos cuenta de lo que vivimos momento a momento.
La atención plena, nos ayuda a situar nuestro pensamiento en el momento presente y nos permite conectar cuerpo, mente y espíritu. Es una de las aplicaciones prácticas de la meditación, usado en la psicología por sus beneficios para lidiar con problemas de estrés, ansiedad y depresión.
Para entender esta práctica, tenemos que entrar en contexto con sus raíces budistas. Pero mientras tanto, sólo nos quedamos con que esta filosofía considera a la vida como un conjunto de sensaciones agradables y desagradables y enseña que es el apego lo que nos produce sufrimiento, es decir, querer permanecer en estados placenteros o evitar los incómodos.
La solución al sufrimiento está por tratar de abrazar la vida tal cual es, aceptando tanto lo bueno como lo malo, de manera que la aceptación nos libera de tensiones y así nos acerque a un estado de calma.
De esta forma si hoy estas pasando por un mal momento. Eso pasará.
Y si mañana la estas pasando bien. Eso pasará de la misma manera.
Las dos cosas están bien, de eso se trata la vida.
"Vivir al ritmo" ha hecho que me ame más y entender verdaderas formas de amar mas profundas y sanas, me ha hecho más consciente de las cosas que son realmente importantes; más compasiva conmigo y con otros; a observarme para mejorar, acepto que la vida es un aprendizaje y vamos cometiendo errores pero reflexionamos y seguimos intentado, no es que dedicamos más tiempo a otros sino que el tiempo que dedicamos es de calidad y empezamos a vivir con un propósito, le damos un sentido a esta hermosa y sabrosa vida,... y dentro de mi propósito está el compartir todo esto con otros.
Los contenidos de delochoseis.com se redactan solo para fines informativos y educativos. No sustituyen el diagnóstico o el tratamiento de un profesional. Ante cualquier duda, es recomendable la consulta con un especialista de confianza.